Para una óptima prestacción visiva es muy importante que los colores de los objetos, de la cutis y de los materiales con los que se trabaja sean reproducidos fielmente. Para satisfacer esta exigencia es imprescindible la utilización de fuentes luminosas que tengan índice IRC de rendimiento cromatico superior del 90: cuanto más será elevado esto índice, más los colores serán perceptibles como si fuesen iluminados por el Sol.